Vosotros que surgiréis del Marasmo, en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de nuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de lo que habéis escapado. Cambiábamos de país como de zapatos a través de las guerras de clases y nos desesperábamos donde solo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. Y, sin embargo, sabíamos que también el odio contra la bajeza desfiguraba la cara, también la ira contra la injusticia pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. Pero vosotros cuando lleguen los tiempos en el que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia.
Bertolt Bretch
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